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James, camino de convertirse en un best seller

BUENOS AIRES -- Jerezana, extrovertida. Dueña de una sonrisa seductora. Amante del deporte. Montse García Bea (veintipico, treinta y algo, no revelamos la edad de la mujer ni importa, menos aún cuando va robando corazones a base de simpatía y locura por el fútbol), se hizo popular en las redes sociales cuando un crack del periodismo deportivo español y pretigioso historiador moderno del fútbol como Julio Maldonado ‘Maldini’, dialogaba con ella en público a través de Twitter. Fue hace un lustro. En la actualidad, ya hecha a sí misma, con una más que interesante trayectoria como cronista, mujer de negocios y relaciones públicas, va camino de incrustar su último proyecto en miles de bibliotecas españolas.

Montse García Bea ha producido y escrito ‘James Rodríguez, el vals de Colombia’, biografía del crack cucuteño de Real Madrid, y su trabajo comienza a acumular buena crítica en los canales de comunicación a través de los cuales supo en su momento destacarse, posicionar y hacer valer sus opiniones.

“Cuando la Editorial Al Poste se puso en contacto conmigo para escribir un libro sobre James Rodríguez me abordaron múltiples sensaciones. Por un lado, me embriagaba la ilusión de poder escribir sobre uno de los mejores jugadores del mundo en estos momentos. Me apetecía poder adentrarme en su vida, su niñez y conocer los pasos que ha ido dando hasta llegar a ser el jugador que vemos en el Real Madrid y en la selección Colombia. Por otro lado, me lo tomé como una responsabilidad. Saber transmitir su personalidad, poder hacer una radiografía de su trayectoria y poder plasmarlo de manera cercana en cada capítulo, era un reto para mí”, le cuenta García Bea a ESPN Colombia.

“Todos conocemos a James hoy día. Lidera a Colombia y es una pieza importante en el Real Madrid. Para conseguir su éxito ha tenido que prepararse a fondo desde niño. Ha sido vital para su crecimiento como persona y jugador estar rodeado de personas que han sabido mantener los pies sobre la tierra, inculcándole la importancia del trabajo diario y del esfuerzo como único medio para hacer realidad sus sueños”, agrega.

En su libro, Montse García Bea documenta que “su madre ha sido su principal apoyo y guía. Una mujer de carácter, luchadora, que le ha exigido más que los propios entrenadores. Así lo cuenta Julián Guillermo, compañero en las categorías inferiores de la selección y a quien acogió en su casa cuando ambos jugaban en Banfield”. Desde dentro, Julián Guillermo pudo comprobar la relevancia que Juan Carlos y Pilar tuvieron en la preparación de James. “Ambos fueron piezas fundamentales para que James haya llegado a ser quien es. Su padrastro le enseñó a ser perfeccionista y a analizar y corregir los errores. Valoraban las virtudes pero se centraban en desgranar cada fallo. Eran minuciosos y le inculcaban a James una educación a querer mejorar siempre. Pilar le exigía más porque sabía que tenía que dar rendimiento. Después de cada partido, nos sentábamos a ver los vídeos. Los desgranaban, era la única forma de mejorar corrigiendo errores. Era un mejoramiento constante”, reseña la obra.

En ‘James, el vals de Colombia’ se recogen los testimonios de todos cuanto han estado al lado en determinados momentos de su carrera. Desde el profe Kiko Barrios que lo descubrió en Pony Fútbol 2004, pasando por estrellas del fútbol colombiano como Maturana, entrenadores en Banfield como Tucu Jerez o Julio Falcioni y compañeros que ejercieron de hermanos mayores como Gallego Méndez. El propio Julio Falcioni habla de la capacidad de crecimiento de James, de su perseverancia y de cómo le sorprendía en cada partido con su precisión.

Comprendió Falcioni la importancia de que el crack tuviera el apoyo familiar cerca y así se lo hizo saber a la directiva. “Cuando comenzamos a trabajar con James y vimos el margen de crecimiento que tenía, supimos que era vital que llevase una vida ordenada. Observé que cada vez que su madre viajaba a verlo, le hacía sus platos preferidos y estaba unos días con él en Buenos Aires, su rendimiento mejoraba. Así que tuvimos reuniones con la familia y su representante. Le pedimos a Pilar que se viniera a vivir con él para que le proporcionara el afecto y ordenamiento que un chico de su edad requiere. De esta forma, podría estar centrado en trabajar con tranquilidad y nosotros estaríamos confiados en que tendría los horarios adecuados, buena alimentación y no perdería la cabeza en otro tipo de banalidades. Esas en las que suelen caer las jóvenes promesas que viven ajenos a las directrices de esfuerzo y trabajo constante que se hacen más complicadas de seguir cuando la experiencia se vive en un país extranjero”, explica el exentrenador de Banfield, Independiente y Boca, entre otros equipos, en el libro.

“James creció en Argentina como paso previo a llegar a Europa. Todo el recorrido –indica García Bea- está narrado a través de los ojos de quienes estuvieron cerca como técnicos, compañeros, jefes de prensa o periodistas. David Ospina, cuñado y compañero de la selección, solo tiene buenas palabras que le definen como persona y futbolista. James mejoró, adaptó su físico y recaló en el Porto, el principal escaparate europeo para los jugadores sudamericanos. Su llegada al fútbol luso supone un importante capítulo en su vida. Tuvo que demostrar su valía, adaptarse a otro estilo de juego y despertar el interés de los principales clubes del continente. Al Mónaco llegó por medio de un fichaje multimillonario. Claudio Ranieri no se lo puso fácil y le pidió mayor despliegue defensivo. Siendo fiel a su personalidad, James se esforzó y en pocas semanas era titular para el italiano. Luego llegaría el Mundial de Brasil que le permitiría dar el salto al estrellato”.

El libro asoma como una plataforma de relanzamiento para la carrera del pichichi de la última Copa del Mundo, quien hoy debe sortear una nueva dificultad. Superar la rotura fibrilar en el muslo izquierdo que le tendrá las próximas 3 semanas de baja, y que probablemente le margine del debut el 8 de octubre de la selección Colombia en las eliminatorias para Rusia 2018, vs Perú. “De la mano de Florentino Pérez, James se convirtió en galáctico. No necesitó adaptación y el equipo le ha echado en falta cuando no se viste de blanco. A pesar de su juventud, a sus 24 años, posee un amplio currículum de títulos actuando en todos ellos como actor principal y llevando en todo momento presente los colores de su país porque James Rodríguez es el auténtico vals de Colombia”, subraya Montse García Bea. De la inagotable calidad del jugador dependerá la cantidad de capítulos de oro que se añadan en el futuro a esta, su obra.