Jorge Carrascal fue la gran figura de la Selección Colombia en los amistosos contra Corea y Japón. Hizo gol y asumió la conducción en ataque con personalidad.
"Faltó un poquito, está claro", reconoció el cartagenero en su despedida de River Plate hace un año rumbo al fútbol ruso. Ese poquito le quitó espacio en la titular pese a llevar la camiseta 10 concedida por el técnico Marcelo Gallardo.
Carrascal entendió que con la técnica no alcanza. Creció en CSKA de Moscú y volvió a la Selección más maduro, más completo. Concentrado todo el tiempo, participativo, como lo necesita el equipo.
Fue titular en los dos amistosos con Asia. Contra Corea de extremo izquierdo al lado de James Rodríguez. Cambió ese primer tiempo desconocido con dos goles abajo de Ulsan por el valioso aporte colectivo que movilizó la reacción en cuatro minutos el complemento.
Apareció como nueve para el empate 2-2 tras la asistencia de Daniel Muñoz por la derecha. Con toque de primera consiguió su primera anotación con la Selección. Dejó la banda para ir más al centro y de esa manera sostener la estructura.
Frente a Japón fue enganche en ausencia del 10. El partido se complicó por otro gol tempranero en contra, pero tuvo personalidad para hacerse cargo. Pidió la pelota e hizo jugar. Presionó arriba y siempre fue opción la continuidad de la salida de Kevin Castaño.
Su efectividad en la entrega del balón fue del 82 por ciento. Dio seis en ataque casi todos por la izquierda, el sector por el que más combinó con Déiver Machado y Jhon Arias.
En un intento individual avanzó por el medio y sacó un remate que pegó en el travesaño del portero Daniel Schmidt. Dejó la cancha a los 88' por Dylan Borrero.
Su balance en la fecha FIFA es positivo. Se hizo cargo del equipo. Fue el mejor en Asia. El reto será mantenerlo.